hace quince minutos bajé a comprar un sello a la tienda de tabacos que está en la esquina,bueno,en realidad está en la esquina de detrás de la primera esquina de la calle paralela a la calle paralela a la mía,que viene a ser lo mismo que la segunda calle paralela a mi calle,y cuando entré,compré el sello y el hombre me pidió treinta y un céntimos,y yo le dí treinta y cinco y dije hasta luego,un hasta luego que quedó suspendido en el aire una fracción de segundo,cuando crucé la puerta y escuché decir al vendedor que me debía cuatro céntimos,pero como ya había salido le dije algo confuso que no me acuerdo,algo así como no,da igual,y me fui sin más,y camino de mi casa me sentí algo culpable por perderme tanto,aún sabiendo que tenía que volver a por los cuatro céntimos,pero pensé,si vuelvo,quizás cuando vuelva a salir por la puerta se ponga a llover,o quien sabe,quizá pase el amor de mi vida y no me enamore de él,o una bicicleta de trapecistas,o Charlie Chaplin que haya tirado una banana al suelo y me caiga,o pase una señora comiendo una hamburguesa y me choque con ella,lo que habría desencadenado una serie de catastróficos sucesos nada favorables para mí,así que dije bueno,cuatro centimitos menos,no pasa nada,y diez minutos después volví a salir,esta vez a la librería a por un sobre,pues no puedo escribir una carta o coger cinco bigotes de gato y siete cáscaras de naranjas,ponerlas un sello y echarlas al buzón y hala,que el cartero adivine mis intenciones;así que le pedí dos sobres a un hombre de gafas algo apurado,y me dijo treinta céntimos,y luego le dije que uno de los sobres era algo grande,así que me lo cambió y después dijo pues treinta céntimos,y algo extraña,cogí el dinero sin mirar y crucé la puerta y,al salir a la calle,noté como había cinco céntimos de más en mi mano,así que llegué a la conclusión de que todo tiene un equilibrio,aunque sea tan ridículo,pero existe,luego pensé ay,si tan equilibrado es todo,pues recuperé mis cuatro céntimos que había perdido diez minutos antes cuando no quise volver por una extraña sensación de que mi vida cambiaría completamente si lo hiciese,pues por un nefasto segundo puede pasar de todo,así que pensé que si había pasado eso,también tendría que saber,algún día,hablar aborígen o simplemente,ir a ver la luna,pues así,de una manera u otra,se equlibraría un cachito de mi vida.

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nací muerta y ahora moriré viva.