vuelvan a mí tus pesadillas
sobre aviones de papel azul
pintando con los jugos de tus pupilas
sus vuelos esféricos.
vuelvan a mí tus besos,
virus en citoplasma de ácido nítrico que arañan mis labios
con tantos silencios abruptos.
vuelvan a mí tus manos,
vuelvan sobre mis pechos,
sobre mis piernas,
vuelva tu cuerpo a recrear
la belleza sinfónica de un sueño primaveral.
vuelvas tú a mí, maldito,
que yo no volveré a tí
nunca jamás.
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