Existimos porque alguien piensa en nosotros. Morimos en vida porque nadie nos piensa. Adiós, tú. Adiós, yo. Adiós, nosotros. Se acabó. Adiós, adiós, adiós, amor. Alguien está contando los latidos de mi corazón. No serás tú, porque tú ya no estás en mí. Muy,muy deprisa. Un recuerdo se desliza por mis rodillas y se transforma en un extraño vapor que va absorbiendo mis pulmones. Esta noche te enviaré una carta desde la Antártida : Mañana, a las siete, donde siempre, amaneceremos sobre un sueño jamás cumplido, el mío. Adiós.

Entrada más reciente Entrada antigua Inicio

Blog Archive

Datos personales

Mi foto
nací muerta y ahora moriré viva.